viernes, diciembre 02, 2005

Mudarse

He comentado en este espacio sobre las aventuras de salir de tu país para hacer patria en el extranjero, pero omití algo importante LA MUDANZA.

A mí esto de mudarse debería ya hasta gustarme, digo esto considerando que me he mudado 5 veces en 10 años de matrimonio y dos de ellas han sido mudanzas internacionales. Pero la verdad es que me fastidia profundamente, es más, creo sinceramente que ODIO MUDARME, este asunto de agarrar todos tus bártulos para meterlos en cajitas que luego deberán ser transportadas a otro lugar para luego sacarlos de sus cajitas y acomodarlos todos otra vez realmente me desquicia. Quizá me desquicia porque sé que es un tremendo trabajo, cansador, agotador, fatigante (y no sigo porque me quedé sin sinónimos).

Cada vez que pienso en mudanzas tengo la fantasía de que la ciencia ha inventado ya el tele transportador al estilo de star treek, entonces yo estaría con una especie de dispositivo de transporte en la nueva casa y mi marido estaría en la casa que dejamos con un dispositivo similar, yo con un teléfono celular o algo así le diría “amor, mándame el futón ahora” y una serie de lucecitas parpadearían hasta que medio segundo después aparecería en el preciso lugar al que apunté el aparatejo de transporte mi futón. Pero la realidad es que estamos muy lejos de que esta maravilla ocurra.

Cuando me tocó mudarme a Argentina la cosa estuvo complicada, tenía ya a mi hija peluda (mi perrita cocker spaniel) mi hija que era apenas una bebé y mi marido ya estaba al otro lado de la cordillera, es decir que todo ese trabajo extenuante (¡hey! se me ocurrió otro sinónimo) era sólo mío, claro que mis padres estuvieron al pie del cañón ayudando.

De la mudanza, más allá del trabajo típico de embalar, contactar transporte y conseguir documentos varios pero con una variante, hay que hacer un inventario valorado en dólares y poner marca, modelo y número de serie de todo electrodoméstico que vaya e indicar en que bulto se encuentra, a todo esto se suman otros trámites como sacar pasaporte para la bebé y los permisos notariales para que viaje fuera del país además de los documentos necesarios para sacar a un animal del país, entiéndase, certificado médico del veterinario, vacunas, certificado del Servicio Agrícola y Ganadero y pagar en dólares por kilogramo de perro en la línea aérea.

La Segunda mudanza internacional fue hace poquito en febrero de este año acarreando ahora a la hija peluda, a una hija de 4 años y un hijo de 11 meses, volver a juntar todos los documentos que piden, y ahora la cosa se pone entretenida porque como mi hijo menor nació en Argentina viaja con pasaporte argentino, pero el resto de la familia es chilena y viaja con pasaporte chileno así que corrimos entre el consulado de Chile y la Policía Federal de Argentina.

Pero ahora si contratamos una empresa especializada en mudanzas internacionales y un día por la mañana llegaron 5 tipos a embalar la casa, la mitad del tiempo conversaron y se quejaron de sus jefes, otra gran parte del tiempo lo perdieron estorbándose unos a otros y para las tres de la tarde ya estaban cansados y pedían por teléfono que los fueran a buscar. Recuerdo que ese día uno de los embaladores me preguntó que cosas de la cocina iban en la mudanza a lo que yo respondí todo (lo que no iba ya lo habíamos quitado antes).

La mudanza llega a nuestro hogar a cargo de una empresa mexicana y venían 4 o 5 señores a depositar en nuestro departamento en el DF todas las cajas y bultos salidos de Buenos Aires, cuando ya entraron todos al departamento uno de ellos me pregunta si quería yo que me ayudaran a armar algún mueble, yo feliz les digo que si y que por favor me armen el escritorio del computador. En resumen, 4 hombres alrededor de todas las piezas fueron incapaces de armar un escritorio de esos "armelo usted mismo"

Una de las primeras cajas que abrí cuando finalmente llegó la mudanza al D.F. decía Enseres de Cocina y en ella encontré un enorme paquete de papel, eran precisamente dos pliegos de papel blanco, dentro de ellos muy prolijamente envueltita estaba una tapa plástica de Coca Cola desechable, el embalador se había tomado muy a pecho eso de que todo lo que estaba en la cocina iba en la mudanza.




¡Oh Dios, como odio mudarme!


P.S. Quizá otro día me anime y les cuento como es viajar con dos niños pequeños, un perro 9 maletas, un coche de bebé y un asiento de bebé desde Argentina hasta México



jueves, noviembre 10, 2005

Sopa de Tortillas


Como a mi me gusta probar cosas nuevas me decidí a tomar sopa de tortillas, muy interesante brevaje, tiene caldo de pollo y tomate, con un poco de chile pasilla, sólo para darle sabor, ¡si claro!, ya les dije que desconfien cuando un mexicano dice que no pica, el chile pasilla pica pero es soportable. Bien, estabamos en el caldo, a este caldo se le agrega queso panela, una especie de queso fresco de color blanco, cuadraditos de palta, una cucharadota de crema espesa y tiritas de tortilla de maiz frita, en algunos lugares le ponen además chicharrón.

Yo se que algunos odian las sopas, incluso hay quienes no las quieren ni regaladas, lo que no entiendo es porque, una sopita entibia el alma en un día de lluvia, inicia maravillosamente el placentero momento del almuerzo o la cena y esta en particular es realmente una experiencia que no se pueden perder si vienen por estas tierras, claro que hay que tener cuidado con las tiras de tortilla porque suelen salpicar y manchar la ropa.

viernes, noviembre 04, 2005

Día de Muertos

Aunque en mi país de origen (Chile) no existe la tradición de celebrar Halloween y esta celebración está recién en los últimos años empezando a colarse desde Estados Unidos, a mi me encanta, me parece divertida, entretenida y hasta positiva puesto que ayuda a los niños a no temerle tan atrozmente a la muerte, los monstruos, los esqueletos y otros del estilo.

Esta es la primera vez que me toca pasar la festividad del día de muertos en ciudad de México y pude presenciar como los mexicanos aún conservan sus ancestrales costumbres en estas fechas, claro que ahora algo mezcladas con las de Halloween.

La idea es más o menos esta, los Aztecas creían que una vez al año los muertos, sus ancestros, venían a la tierra y para esta fecha ellos hacían ofrendas generalmente consistentes en la comida favorita del muerto. Con le llegada de los Españoles a América esta tradición continuó haciéndola coincidir con la celebración Católica de el día de todos los Santos y de los Santos Difuntos (1 y 2 de Noviembre respectivamente). En México son el día de los muertos chiquitos (entiéndase los niños) y de los muertos grandes (los adultos).


En la actualidad se preparan altares donde ponen pan de muertos (un pan dulce con azúcar encima) velitas, un vaso de agua, adornos de papel (guirnaldas y unas especies de mantelitos individuales) fotografías de el o los muertos a quienes está dedicado el altar y calaveritas de chocolate, además de una flor de color amarillo intenso casi anaranjado que se llama cempasúchil. Flor que adorna por estos días buena parte del Paseo de la Reforma.

En los altares cada cosa tiene un significado, se pone un vaso de agua para que sacien la sed y representa el elemento agua, el pan es para que sacien el hambre y representa la tierra, las velas representan el fuego y generalmente se ponen en forma de cruz mostrando los puntos cardinales y los adornos en papel representan la alegría y al viento, en particular las guirnaldas de dos colores representan el vínculo entre la vida y la muerte, y como los muertos no se reflejan en los espejos se pone una foto para que ellos puedan recordar su imagen. La flor de cempasúchil es para que con su aroma ayude a los ancestros a encontrar las ofrendas. Y si el altar es para un niño también ponen juguetes.


La enorme mayoría de los comercios están adornados con imágenes de esqueletos vestidos con ropas tradicionales y los niños salen disfrazados a pedir “su calaverita” que sería el equivalente del “dulce o truco” de Halloween.


Yo estoy feliz, a mi realmente me encanta esta forma de acercarnos a al muerte de manera festiva, como un paso a otra cosa pero no como un final.

Mis hijos se disfrazaron de diablo y bruja y salieron con sus amigos (y las mamás detrás) a pedir su calaverita por el edificio donde vivimos, mi hija mayor quiso comprar un esqueleto inflable para adornar la casa y jugar, fue bautizado Anacleto y del colegio trajo a casa una manualidad hecha con sus manitas que es una calavera adornada con brillitos plateados, todos en la familia hemos jugado con Anacleto y en particular yo aproveché la oportunidad para recordar a mis muertos, aunque no les hice un altar.

jueves, noviembre 03, 2005

De Vendedores

Estaba el otro día preguntándome por qué algunos vendedores atienden tan mal y de tan mala gana y mi marido me recordó una que otra anécdota sobre vendedores que hemos tenido, como son entretennidas las quiero compratir...


Estaba yo trabajando en la universidad cuando a uno de los super computadores que teníamos (en ese momento eran unos PC 486, hablo del año 93) le empezó a fallar la tarjeta de video que tenía como gran gracia poder capturar cuadros de video, todo un adelanto para la época.
Adelantándonos a la falla total partimos con un compañero a una reconocidísima tienda del ramo a preguntar cuánto costaba una tarjeta de características similares, entiéndase una de 24B y captura de video, entramos a la tienda y le preguntamos al vendedor si tenían ellos la famosa tarjeta de video para el computador, el vendedor nos miró sorprendido y nos dijo muy alegremente que tales tarjetas no existían y nos dió una perorata de características técnicas de las tarjetas que si tenía en la tienda.
Salimos y nos miramos pensando ¿cómo es que está por quemarse una tarjeta que no existe?


Años después cuando estaba esperando a ser atendida en una tienda por departamentos de un conocido centro comercial de Santiago, Chile vi a una feliz pareja que acababa de comprar un micro ondas, mientras se acercaban a la caja la vendedora les recomendó que compraran también un juego de bol especiales para microondas diciendo "es importante que tengan recipientes especiales para el microondas porque como dentro de él el agua hierve a 1000 grados" No, no me equivoqué, la vendedora dijo mil grados...

Y pensar que uno suele pregutnarle a los vendedores su opinión o las ventajas de un producto creyendo que ellos saben...


¿Te pasó alguna vez?

sábado, octubre 22, 2005

Florero

Y se dió el día en que fuimos a comer a un lugar típico en Teotihuacan (donde están las pirámides del Sol y de la Luna), este restaurante está dentro de una gruta y en realidad es una experiencia genial y recomendable, esta lleno de colorido por todos lados y un sin número de velas alumbran y ambientan el espacio...
Después de bajar por muuuchas escaleras llegamos y nos acomodamos en una de las mesas seguido de nostros llegó el mesero y nos preguntó si queríamos algo para el centro...
A ver, piensen un poco y díganme ¿qué se imaginan que nos ofrecía el mesero?
Yo me quedé pensando y me dije a mi misma, puchas, un florero no creo que me esté ofreciendo, que será eso de "algo para el centro".
Mi marido con cara de "ayudeme socio que no cacho que me dice" le pregunta qué es algo para el centro y el chico le dice, algo "para botanear" y nosotros con cara de "nos dejaste donde mismo" y el mesero agrega, unos chicharrones con guacamole por ejemplo.
Ahhhhh algo para picar, ok traiganos eso...

Así que no se trataba de un florero, era algo para compartir y poner al centro de la mesa, obvio...

viernes, octubre 21, 2005

Desconfía




Yo he sido fan de la comida mexicana desde mucho antes de pisar el suelo mexicano, me parece que México tiene una variedad extraordinaria de sabores, su costumbre de comer con tortillas es realmente divertida y práctica, créanme que casi cualquier cosa se puede meter dentro de una tortilla y eso es un magnífico almuerzo, cena o desayuno.
Pero también es cierto que los mexicanos deben ser el pueblo que más picante usa en sus comidas en todo el planeta, están acostumbrados porque desde siempre han comido con chile y tienen una enorme variedad de chiles, incluso hay caramelos con chile que los niños comen felices de la vida.

Todo este preámbulo es para contar mi primera experiencia en un restaurante en México. Entramos y pedimos una mesa en la sección de no fumar, nos ubicamos todos en familia (entiéndase mi marido, mis dos angelitos y yo), pedimos coca cola para tomar y nos entregaron la carta...
No entendíamos nada, entre enchiladas, chilaquiles, gringas, gordas, finalmente y con la ayuda del mesero pedimos fajitas de res que venían acompañadas de guacamole, yo pregunté si el guacamole era picante y el mesero súper amable me dijo que no, que no picaba nada y yo le creí.
Llegó la comida y yo me comí una cucharadota de guacamole que me dejó la lengua en llamas, el guacamole no era picante; era picantísimo, lo bueno es que al rato y después del pánico inicial la lengua se adormece...
La moraleja de la historia es que nunca le creas a un mexicano cuando te dice que algo no es picante, los mexicanos tienen una graduación del picor totalmente distinta a la del resto del mundo.
Mi humilde consejo es: desconfía de todo aquello que sea de color verde o rojo que aparezca en tu plato, bueno eso si no quieres terminar con la lengua en llamas...

lunes, octubre 17, 2005

Foto

miércoles, octubre 05, 2005

Lengua

Hace un tiempo atrás, en realidad hace un buen tiempo atrás estaba viendo algún premio Latino y apareció alguien a explicar por qué la estatuilla que entregaban era una lengua. La explicación, en resumen, era porque a los latinos nos une la lengua, entiéndase el idioma; bueno, salvo por Brasil. El asunto es que en ese momento me pareció muy acertada la decisión, es verdad que en América Latina hablamos el mismo idioma, el castellano o el español...

Pero como dicen por mi tierra la vida da muchas vueltas y la mía en particular más que dar vueltas ha dado vuelos, quiero decir que me ha tocado cambiarme de país un par de veces, he vivido en Chile, el país en el que nací y luego me fui donde mis vecinos a Argentina y ahora di un buen salto y aterricé en México.
Pues bien, cambiarse de casa puede ser traumático y si eso está acompañado de un cambio de país también, es todavía peor, pero con frecuencia me dicen “cuando menos todos hablan castellano” y si bien es cierto también es totalmente falso... en realidad en mi experiencia en estos países se habla Chileno, Argentino y Mexicano respectivamente.

Recuerdo mi primera incursión en un supermercado en Buenos Aires Argentina, estaba yo ahí parada, como si me hubiesen tirado en el medio de un mundo alienígena, frente a la góndola de las carnes y leía una y otra vez los nombres a ver si en una de esas algo me daba una pista de que pedazo de vaca se trataba. Uno de los últimos que leí fue “Bola de Lomo” y yo me dije, ah no, yo no me como las bolas del lomo de nadie...
Al ladito de este estaba la “cuadrada” que bien pudo haberse llamado triangular.
Pasada la etapa de ataque de pánico agarré una bandeja de roast beef, básicamente porque el nombre me sonaba familiar, aunque debo confesar que no tengo idea de que pedazo de la vaca sacan el roast beef.


En mi segunda incursión en el super estaba yo mirando algo cuando un sujeto se acerca y muy amablemente me dice “che, me prestás tu birome” y yo con cara de espanto lo miré pensando “oye, yo mi birome no se la presto a nadie, que te pasa”, debo haber puesto una cara de espanto grande como para que el sujeto me pusiera cara de "pobre loca esta" y me señalara con el dedo el lápiz con el que yo estaba anotando precios. Resulta que la Virome en Argentina es el lápiz Bic de Chile.

Y se dio la oportunidad en que alguien me ofreció ponerle manteca a mi tostada, yo con cara de absoluta repulsión rechacé la amable oferta, guácala grasa encima de la tostada, no gracias pensé, entonces mi marido me dice al oído que la manteca en argentina es la mantequilla del resto del mundo, gracias al cielo pensé yo, es que no podía ser que le pusieran manteca al pan.


Era Invierno en Buenos Aires cuando llegamos a vivir ahí, mi hija tenía poco más de un año y se me ocurrió que sería buena idea comprarle unas ballerinas para abrigarla y evitar resfríos. Con esto en mente enfilé al Centro Comercial Unicenter y me metí en una tienda donde vendían calcetines y menesteres del estilo y muy sonriente empujando el cochecito de mi hijita le pregunté a la también muy sonriente vendedora del local, ella ante mi pregunta trató de mantener su sonrisa, sin embargo sólo tenía una extraña mueca en la cara y de sus ojos salían chispas cuando me dijo “no señora, nosotros no vendemos ballerinas”

Mas tarde ese mismo día cuando me paseaba ociosamente por el supermercado descubrí que en Argentina las ballerinas no son las pantymedias para niñitas, sino que son esos paños amarillos absorbentes que se usan para limpiar la cocina, ahí entendí la cara de pocos amigos que me puso la chica de la tienda.


Paseaba yo con mi marido y mis hijos el primer día de llegada a México por una céntrica calle cuando veo un negocio que se llama Tlapalería (a ver, díganlo tres veces seguidas rápido) y qué cosa será una tlapalería, por si la duda los mata es algo así como una ferretería aunque no exactamente.

Yo no sé que fascinación tendrán en México por las palabras de pronunciación difícil, es que a mi la lengua se me enrosca cada vez que trato de pronunciar Nezahualcoyotl, o Popocatepetl, Cuautla, Jojutla, Iztaccihuatl, Citlaltepetl, Atlixco, Oaxaca; que por las dudas son nombres de calles.

Y como para ponernos más complicada la cosa usan la x más que nadie en esta tierra y la usan con diferentes pronunciaciones, a veces suena a “cs” y otras a “j”, así entonces estuve yo pronunciando “Oaksaca” en ves de “huajaca” por un tiempo considerable.


Ahora yo me pregunto, ¿en qué cuernos estaba pensando el creativo que decidió que en Latinoamérica nos unía la lengua?

Repasemos, en casa cuando le pido a mi hija que se vista y se ponga esa popular prenda de algodón con cuello redondo y mangas cortas que los norteamericanos llaman T-shirt tengo que decirle “amor, ponte la polera” un rato después, “ponte la remera por favor”, finalmente y con un tono de voz que suele ya no ser amistoso “ponte de una buena vez la playera” lo dramático de la situación es que en ninguno de los tres idiomas me hace caso...


Yo exijo una explicación...

viernes, septiembre 30, 2005

Modales

Ok, ya me apesté, me podrí, me harté...
Es que no puede ser tan difícil decir buenos días, o buenas tardes o buenas noches, uno no demora más de 5 segundos y si eso aún te parece demasiado tiempo puedes decir hola que te tomará como mucho 2 segundos, no es demasiado.
Es un mínimo requerido para que la gente crea que uno es educadito, cosa que no viene mal, si hasta mi perrita me saluda cuando me ve.

Bueno, ahora que me descargué un poco procedo a explicar, estaba yo disfrutando de esa tranquilidad maravillosa que se respira en mi casa cuando finalmente mis hijos se han dormido, de ese inapreciable silencio nocturno cuando mi deseable silencio es interrumpido por un estruendoso RIIIIIIIIINGGGG, el teléfono que lata, agarro el aparatejo y contesto
- Aló (dije yo tratando de poner voz amable)
- ¿está el licenciado? (me gruñe la voz de una fémina que sonaba algo mayor)
- disculpe, ¿con quién quiere hablar?
- Con el licenciado Perez (no era Perez pero no registré el apellido)
- No señora, usted se ha equivocado de número (dije yo muy amablemente)

Y me colgaron, no es que yo sea muy hipersensible pero me faltaron cosas como buenas noches, muchas gracias, disculpe usted. Será que ya pasaron de moda y nadie me avisó

Y yo dele insistiéndole a mis hijos con las tonteras de las palabritas mágicas, de por favor y muchas gracias y cantándole canciones como "porfi, porfi, por favor, muchas gracias digo yo, buenos días, buenas tardes, buenas noches si me voy... " (es una canción infantil de Caramelito, cantante argentina)

lunes, septiembre 26, 2005

Las Cajas de Leche

Ok, hay cosas que simplemente no termino de entender así que si alguien me puede dar una explicación medianamente creíble la agradeceré profundamente...

Yo soy una consumidora un poco complicada, me gusta la buena calidad y la buena atención, y no me gusta demorarme una eternidad en la caja pagando lo que quiero comprar. Por eso hay algo que me desconcierta de los supermercados...

Yo compro una caja de 12 litros de leche, entiendase una caja con doce cajas de un litro cada una, empacadita muy linda con sus logos y su código de barras, sin embargo al llegar a la caja la amable señorita cajera desgarra y rompe sin piedad el cartón de la caja para sacar una cajita de adentro y pasarla frenética por el lector doce veces...

Mientras yo me pregunto ¿por qué? ¿es necesaria esta perdida de tiempo? ¿tiene que romperla cruelmente para que se desarme y yo tenga que meter de a una cajita en la cajuela del auto?

He solucionado esto comprando 13 litros de leche... la hermosa caja de 12, además de una cajita individual de manera que la cajera no tenga que destrozar nada para poder pasar por el lector el producto...

Ahora lo que me destroza mis pocas neuronas es, si la caja grande de 12 unidades tiene afuera un enorme código de barras ¿por qué, por qué, por qué no usan ese maldito código en vez de requerir el del producto individual?

Por favor, si alguien sabe la razón oculta de esta extraña práctica que me la explique plizzzzzzzzzzz.

Acotaré que esto me ha pasado en tres países... exactamente igual...

viernes, septiembre 09, 2005

Tortas y Pasteles

Como mi interés inicial era comentar que pasa cuado uno sale de su país y se aventura en nuevos rumbos, esta vez volveré a eso...

Mi familia y yo llegamos a México a fines de febrero de este año, dentro de la primera quincena de Marzo mi hijo menor cumplía su primer año de vida, lo que evidentemente merecía una celebración. Esta celebración iba a ser poco concurrida puesto que no teníamos a nadie con quien compartir este evento, sin embargo eso no iba a disminuir nuestro ánimo de fiesta.

Como se trataba de un cumpleaños necesitábamos de una torta, la primera torta de cumpleaños de nuestro hijo.
Gracias a Dios tenemos una pastelería maravillosa cerca de casa y para ahí enfilamos un día viernes como a medio día...

Mi marido, muy amable él, le solicita a la vendedora una torta...
La vendedora con cara de asombro le dice "lo siento señor, nosotros no vendemos tortas"
Mi marido, menos amable que cuando entró, le replica "¿cómo que no venden tortas?"
Siento mi deber comentar que había una multitud de tortas de todos los tipos, sabores y tamaños no sólo a la vista, sino también a la mano...
La vendedora, una chica joven y diminuta miraba a mi marido para estas alturas con algo de temor...

Mi marido por otro lado ya estaba cambiando de color, se estaba tornando rojo furioso. Y con ese poco sentador tono en su cara le señala con el dedo a la vendedora una de las tantas tortas que habían en un mostrador refrigerado mientras decía nuevamente "queremos-pausa- una -pausa- torta" esta vez tratando de disimular su furia en la voz.
La vendedora al ver hacia donde mi marido señalaba dice "ah, usted quiere un pastel"

Entonces tuve un flashback hacia mi niñez cuando veía El Chavo del Ocho, y el pobre chavo siempre quería comer torta de jamón.

"Amor, ¿te acuerdas del chavo del ocho?, las tortas en México son los sanguches" le comenté a mi marido que aún estaba rojo de furia...
"Bueno como se llamen acá quiero una"

Finalmente elegimos una hermosa torta de biscocho y crema que estaba más allá de deliciosa, realmente magnífica y pudimos celebrar el primer año de nuestro retoño.

Así que les recomiendo totalmente la pastelería Suiza que está casi en la esquina de Sonora y Avenida del Parque, pero no pidan tortas, pidan pastel

martes, septiembre 06, 2005

¿Y tú qué opinas?

Hace un tiempo atrás, aburrida una tarde miraba la televisión, iba canal por canal mirando si había algo medianamente decente como para detenerme en ese canal, hasta que encontré un programa de entrevistas en Film and Arts, a quien entrevistaban en ese momento no es importante, lo que en realidad se me quedó pegado fueron las preguntas con las que terminaron la entrevista, no las recuerdo en orden pero la idea era esta.

¿Cuál es tu sonido favorito?
¿Qué sonido odias?
¿Cual es tu palabra favorita?
¿Cuál es la palabra que menos te gusta?
¿Cuál es tu grosería favorita?

Imposible no contestar a esas preguntas
Mi sonido favorito es el agua cuando cae de una cascada o en una de esas tan populares fuentes que venden hoy.
El sonido que odio, otra vez el agua, pero esta vez hecha gotera en las noches cuando es imposible dormir escuchando el constante tip, tip, tip... Argggg realmente odio ese sonido.
Mi palabra favorita, albaricoque, simplemente porque me gusta como suena.
La palabra que menos me gusta, muchas no me gustan, no sé cuál es la que menos.
Y por fin, mi grosería favorita, esa que dice "ándate a la con... de tu madre" es mi favorita porque en realidad es mal entendida, nunca fue una expresión en contra de tu madre, sino que es la expresión de que no valió la pena que nacieras y mejor te regresas a, bueno ya sabes donde. Bueno esa y el huev... esta me gusta por su versatilidad, es sujeto, verbo, adjetivo, incluso creo que se podría construir una oración sólo con derivados de ella.

Pero lo interesante, tú qué opinas, ¿cuáles son tus respuestas?

Opina!

Por las dudas la invitación de opinar era a que hagas un comentario, si te fijas debajito de esto hay una palabrita que dice comment

viernes, septiembre 02, 2005

Añoranzas

Hace ya cuatro años que la vida, esa que nunca imaginé me sacó de mi país natal Chile para llevarme primero hasta Buenos Aires, Argentina y más recientemente hasta Ciudad de México en México.

En estos años fuera me ha tocado muuuchas veces, quizás más que las que me gustaría responder a la pregunta ¿y usted extraña mucho su país?
Bueno el tiempo y lo repetitivo de la pregunta vinieron dando vida a la "respuesta estándar". Mire, en realidad uno extraña a los afectos, a la familia y los amigos...
No es que esto no sea cierto, pero no es toda la verdad...
De verdad que si extraño a la familia, bueno a la política no tanto, y si extraño horrores a mis amigotes/as, pero también extraño un montón de otras tonteras...

Me creeran que extraño la Kem Piña, bebida gaseosa que mientras estaba en Chile NUNCA tomaba, pero ahora me hace falta, igual que la Bilz y la Pap, extraño los nectar Andina, las chorrillanas, las buenas de algunos antros de Valparaíso y las no tan buenas también. Extraño los mariscos (comentaré que rara vez los comía en los 29 años que me pasé en Chile viviendo en una ciudad puerto) si hasta extraño el pescado frito...

Es curioso lo que uno extraña cuando ya no lo tiene a la mano...

Dicho sea de paso de Argentina no extraño la carne, extraño las empanadas...