lunes, abril 12, 2010

Visitas

Este sábado recién pasado tuve la grata oportunidad de ver a un viejo amigo, vieja la amistad no él, bueno él también un poco.
Pero para donde quiero ir es que la experiencia de volver a abrazar a un amigo después de más de 9 años es muy agradable, aunque se me hizo corta la visita.
A pesar de que hemos mantenido el contacto frecuente y estamos ambos al corriente de las cosas importantes que nos pasan (gracias internte por favor concedido) siempre el hablar en persona tiene un encanto que no lo da ni la video conferencia.
Es grato poder interactuar con alguien que es tu amigo a pesar de las diferencias y discuciones más o menos acaloradas por chat.
No pensé que me quedaría un sentimiento tibiecito en el alma al verlo :)
Bah que voy a hacer supongo que después de tantos años de amistad le he tomado cariño, lo malo es que ahora tengo ganas de ver a todos los otros amigos que no veo por estar fuera de mi país.

viernes, febrero 05, 2010

Censura

Hace muchísimo tiempo que no escribo nada en ninguna parte, conciente o inconcientemente me lo prohibí a mi misma. Las razones de esto no las tengo claras en realidad, pero sin duda alguna no valían la pena.

La censura es totalmente censurable (valga la redundancia, si es que la hay), pero la autocensura es a veces una prisión fria y oscura, un autocastigo que no entiendo bien porque me impuse.

Como sea, para alguien como yo que desde antes de aprender a esribir ya se la pasaba contando cuentos e inventando historias, dejar de escribir fue algo sombrío y desalentador.
Pero este período de silencio sirvió para darme cuenta que escribir es algo necesario y saludable para mi, aunque sea algo que sólo leeré yo, poner las ideas en tinta (o su equivalente cibernético) me ayuda a aclarar la mente y decidir rumbos.