miércoles, febrero 27, 2008

K A R A O K E

A mi me encanta cantar, es un placer enorme para mi la música , por supuesto que tengo claridad absoluta que la naturaleza no me dotó de ningún talento en lo musical, pero aún así me encanta cantar, y como tengo claro que no lo hago bien, lo hago para mi solita, no condeno al resto de la humanidad a escucharme (a fin de no torturar a nadie).

Por esto mismo es que el fenómeno del Karaoke no me entra, no lo entiendo, en las pocas neuronas que suelen funcionar dentro de mi cerebro este asunto del karaoke no entra ni con vaselina.

Digo, si uno tiene una voz prodigiosa como Celine Dion pues es totalmente comprensible que uno vaya por la vida cantando a todo pulmón y hasta se agradece escuchar una linda voz cantando por ahí.
Pero cuando no es así, es preferible no agarrar el micrófono para perpetrar (porque no es interpretar) una canción, por lo menos por respeto a los oídos de los demás. Aquí considero que se debe aplicar la misma lógica que con el cigarrillo, no es justo que tu placer le arruine la onda a los demás. De hecho los ruidos molestos son contaminación también.

¿Y a que viene que yo me ponga a escribir (con lo floja que he estado en este aspecto) sobre Karaoke?

Es que desde Diciembre pasado tengo una vecina nueva justo en el departamento de abajo y a ella no sólo le gustan las fiestas sino que además en cada una de las varias (muchas) que ha hecho hasta ahora les da por el karaoke.

Lo malo del asunto es que uno de los que se apodera del micrófono canta peor que lo peor que se puedan llegar a imaginar, y ese tipo de aullidos a las 3 de la madrugada son atroces y la verdad es que yo no tengo la estoica paciencia auditiva de los jurados del American Idol.

¿Y tú le entras al karaoke?

1 comentario:

Victor Hugo Gutiérrez Fierro dijo...

Mi humilde sugerencia es que busques en la red "venganza vecinos" (un CD con una selección de ruidos extremadamente molestos, desde taladro agudo a niño practicando con el bombo), lo descargues, y la próxima sesión de karaoke de tu vecina lo pongas fuerte...

A todo esto, ¿en Méjico no conocen las normativas de convivnecia dentro de los edificios de apartamentos?